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sábado, 4 de junio de 2016

LA NOCHE EN LA ISLA



Toda la noche he dormido contigo
junto al mar, en la isla.
Salvaje y dulce eras entre el placer y el sueño,
entre el fuego y el agua.

Tal vez muy tarde
nuestros sueños se unieron
en lo alto o en el fondo,
arriba como ramas que un mismo viento mueve,
abajo como rojas raíces que se tocan.

Tal vez tu sueño
se separó del mío
y por el mar oscuro
me buscaba
como antes,
cuando aún no existías,
cuando sin divisarte
navegué por tu lado,
y tus ojos buscaban
lo que ahora
-pan, vino, amor y cólera-
te doy a manos llenas
porque tú eres la copa
que esperaba los dones de mi vida.

He dormido contigo
toda la noche mientras
la oscura tierra gira
con vivos y con muertos,
y al despertar de pronto
en medio de la sombra
mi brazo rodeaba tu cintura. 


Ni la noche, ni el sueño
pudieron separarnos.

He dormido contigo
y al despertar tu boca
salida de tu sueño
me dio el sabor de tierra,
de agua marina, de algas,
del fondo de tu vida,
y recibí tu beso
mojado por la aurora
como si me llegara
del mar que nos rodea.

Pablo Neruda (1904-1973) 



DE TURBIAS SÁBANAS


Un día más con mis vanos intentos de suplirte.
Un día más…
Y le digo “te amo”
Procurando no decir tu nombre.
Y mi cuerpo finge entrega,
Pero aún permanece entre tus brazos…
Y sonrío intentando acallar este dolor
Que me atenaza el alma.
Y te busco y te espero…
Mi mirada orada mi presente de turbias sábanas
Procurando dibujarte entre sus pliegues.
Y hago el amor con tu fantasma,
Intentando que él no sepa
Que nunca fuimos dos en nuestra cama.