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sábado, 6 de junio de 2020

LA CULPA ES DE UNO


Quizá fue una hecatombe de esperanzas,

Un derrumbe de algún modo previsto,

Ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido

Todas mis intuiciones se asomaron

Para verme sufrir y por cierto me vieron

Hasta aquí había hecho y rehecho mis trayectos contigo,

Hasta aquí había apostado a inventar la verdad,

Pero vos encontraste la manera una manera

Tierna y a la vez implacable de desahuciar mi amor

Con un solo pronóstico lo quitaste de los suburbios de tu vida

Posible, lo envolviste en nostalgias,

Lo cargaste por cuadras y cuadras, y despacito

Sin que el aire nocturno lo advirtiera,

Ahí nomas lo dejaste a solas con su suerte que no es mucha

Creo que tenés razón,

La culpa es de uno cuando no enamora,

Y no de los pretextos, ni del tiempo

Hace mucho muchísimo que yo no me enfrentaba como

Anoche al espejo, y fue implacable como vos mas no fue tierno

Ahora estoy solo, francamente, solo

Siempre cuesta un poquito empezar a sentirse desgraciado

Antes de regresar a mis lóbregos cuarteles de

Invierno, con los ojos bien secos, por si acaso

Miro como te vas adentrando en la niebla, y empiezo a recordarte

 

Mario Benedetti

 

 

 

 

viernes, 5 de junio de 2020

ROMANCE DE CUARENTENA


Pensaron que estaban a salvo de todo y de todos.

Entibiaron sus cuerpos y sus noches en mutua compañía. Casi sintiendo como sus cuerpos se fundían haciéndose uno

Casi oyendo decir sus nombres en boca del otro. Casi sintiendo el sabor de esos besos nunca dados.

Esperaban las sombras cómplices del encuentro.

Con desesperación o ternura se arrojaban a los brazos del otro.

Ese era su refugio. Se aislaban del mundo para tener un remedo de amor, casi un placebo que los hacía sentir amados y amantes por unas horas.

Y el juego del placer les agitaba el cuerpo mezclando la realidad y la imaginación.

Y llegaba el abrazo dibujado entre esas palabras de niebla. El abrazo antes de la despedida, sin saber que, ese, sería el último antes de volver a la realidad que los separaría.




SI ALGÚN DÍA TE OLVIDO



Si algún día te olvido, no olvidaré nuestras noches compartidas, de palabras mansas, de sonrisas cómplices, de mutuo deseo.
Si algún día te olvido, recordaré tus ansias y las mías, esperando el encuentro, contando las horas.
Recordaré tus besos, besos tan intensos que el aire quemaban.
Recordaré ese pequeño cuarto que creamos para nuestras citas furtivas, en silencio, casi en sombras.
Si algún día te olvido, recordaré tus manos recorriéndome entera con avidez desmedida.
Si algún día te olvido,  recordaré nuestros cuerpos enlazados en una danza de pasión desbocada.
Si algún día te olvido, te pensaré en silencio y ahogaré ese grito que tu pasión provocaba en mí, como cuando tus palabras respondían a las mías.
Recordaré tu boca, saboreando todos mis rincones, haciéndolos tuyos una y otra vez, gozando de las mieles del cuerpo del otro. Del tuyo y el mío, deseosos de llegar a la agonía del placer compartido.
Si algún día te olvido, tu pasión quedará conmigo.