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sábado, 30 de junio de 2012

EL VIENTO, EL TIEMPO

No se trata de hallar un culpable,
las historias no acaban porque alguien escriba la palabra fin.
No siempre hay un asesino: algunas veces toca morir.
Lo que viene  se va,
como suele pasar,
el viento, el viento.

Márchate si ha llegado la hora.
Date prisa que, como ya sabes, es muy impaciente el amor.
No malgastes ni un segundo,
después de darle cuerda al reloj,
que un cumplido de más,
no te vaya a robar el tiempo, el tiempo.

Y no queda nada,
las espinas, las rosas se la llevo el viento, el tiempo.

Ahora sólo la vida te espera,
con los brazos abiertos y el firme deseo de hacerte feliz.
Puedes irte cuando quieras,
no hay muros que te impidan salir,
y no mires atrás,
que te va a despeinar el viento, el viento.

Que difícil decirte hasta luego,
cuando no es  el terror de perderte, este miedo a no verte jamás.
Ya no hay puntos suspensivos:
llegó el rotundo punto final.
Cuando la soledad, sólo espera matar,
el tiempo, el tiempo…
y no queda nada: las espinas,  las rosas se las llevo, el viento, el tiempo.



DECIME VOS


Hasta cuándo??
Es agotador este duro trabajo de extrañarte. Y me he dado cuenta que ya estoy bajando los brazos.
Uno extraña lo que quiere, lo que ama…
Y al principio extraña con la esperanza de ver al otro pronto. 
Y en la angustia de la espera, falta el aire. Uno intenta respirar hondo. . A veces sirve: no siempre.
Pero llega un punto en que la nostalgia por tu ausencia, se convierte en un compañero eterno.
Y es ahí cuando empieza el camino del que  probablemente  no se vuelva.
Uno siente como un frío en el cuerpo. Faltás vos, pero alguien vino a ocupar tu lugar: tu ausencia.
Es como un extraño que te acorrala, te ronda, te huele, se cuela en tu piel y en tus sentidos.
Con el correr de los días se va convirtiendo en alguien conocido. Sabés cuando y como vendrá a tu puerta. Casi, casi terminás esperándolo. 
Y te extraño, como cada mañana, como cada tarde, como cada noche.
Pero llega un punto en que, de tanto extrañarte, ya no te extraño.
Y es así el ciclo de tu ausencia:
Te extraño…
Te extraño mucho…
No dejo de extrañarte…
Me duele extrañarte…
Hoy te he extrañando menos…será que empecé a olvidar?  A olvidarte?
Estoy tan acostumbrada a extrañarte, que ya no me doy cuenta si lo sigo haciendo o no.
Y ahí me doy cuenta que estoy sola, sin vos…sola.
Y si tu ausencia fue por propia voluntad, me empiezo a preguntar: valió la pena? 
Valieron la pena las noches interminables de espera?.
Valió la pena el corazón latiendo por tenerte cerca?
Hoy te vi allá a lo lejos, y en vez de correr hacia tus brazos, hui de vos, de tu presencia, porque ya era tan poco lo que había que decir que,  para qué?
Valió la pena?
Decime vos. Decime!
Yo ya tengo mi respuesta y han de ser por ella estás lágrimas-
                                                                                                                     


lunes, 18 de junio de 2012

CLAVOS EN LA CERCA


Había una vez un niño con muy mal carácter.
Su padre le dió una bolsa de clavos y le dijo que clavara uno en la cerca del jardín cada vez que él perdiera la paciencia y se disputara con alguien.
El primer día clavó 37. Pero con el transcurso de las semanas, aprendió a controlarse y el número de clavos incrustados en la cerca disminuyó día tras día: había descubierto que era más fácil controlarse que plantar clavos en la barrera.
Semanas después fue a ver a su padre y le dijo que durante ese día no había plantado ningún clavo. Su padre le dijo entonces que quitara un clavo de la cerca por cada día que no perdiera la paciencia. Los días pasaron y finalmente el niño pudo decirle a su padre que había removido todos los clavos.
El padre condujo a su hijo a la cerca y le dijo:"Hijo mío, te has comportado bien, pero mira todos los huecos que hay en la cerca. Ella no será jamás como antes. Cuando te peleas con alguien y le dices algo que hiere o maltrata, le causas una herida como ésta."
"Tú puedes clavar un cuchillo en un hombre y después retirarlo, pero quedará siempre una herida. Sin importar cuantas veces te disculpes, la cicatriz permanecerá."Una herida verbal hace tanto daño como una herida física.
Los amigos son joyas escasas, te hacen sonreír y te animan. Están listos para escucharte cuando lo necesitas, te sostienen y te abren el corazón. Por eso hay que cuidarlos. Cuando una relación se resiente, aunque por fuera parezca la misma, ya nunca será igual. Será muy parecida a lo que fue, apenas eso.