Powered By Blogger

viernes, 28 de diciembre de 2012

BESOS


Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria.
Hay besos que se dan con la mirada.
Hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles.
Hay besos enigmáticos, sinceros.
Hay besos que se dan sólo las almas.
Hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos.
Hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado.
Hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios,
que palpitan en íntimos anhelos.
Hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros.
Hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores.
En las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca.
Tú los conoces bien: son besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado.
Besos de tempestad, salvajes besos
que sólo nuestros labios han probado.

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenaronse de lágrimas tus ojos.

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
y qué viste después...? Sangre en mis labios.

Yo te enseñe a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.
                 
Gabriela Mistral

miércoles, 26 de diciembre de 2012

DESCONTRUÇOES


Quando a gente conhece uma pessoa, construímos uma imagem dela. A imagem tem a ver com as nossas expectativas e mais ainda com o que ela vende de si mesma.
É pelo resultado disso tudo que nos apaixonamos. Se a pessoa for parecida com a imagem que projetou em nós, desfazer-se dela, mais tarde, não será tão penoso. Restará a saudade, talvez uma pequena mágoa, mas nada que resista por muito tempo. No final, sobreviverão as boas lembranças.
Mas se esta pessoa inventou um personagem e você acreditou, virá um processo mais lento: a de desconstrução daquilo que você achou que era real.
Desconstruindo Ana, desconstruindo Marcos, desconstruindo Carla. Milhares de pessoas vivem seus dias aparentemente numa boa, mas por dentro estão desconstruindo ilusões. Tudo porque se apaixonaram por uma fraude, não por alguém autêntico.
Ok! É natural que, numa aproximação, a gente venda mais nossas qualidades que defeitos. Ninguém vai iniciar uma história dizendo: muito prazer, eu sou arrogante, preguiçoso e cleptomaníaco. Nada disso, é a hora de fazer charme.
Uma vez o romance engatado, aí as defesas são postas de lado e a gente mostra quem realmente é, nossas gracinhas, manias e imperfeições. Isso se formos honestos. Os desonestos são aqueles que fabricam ideias e atitudes, até que um dia cansam da brincadeira, deixam cair a máscara e o outro fica ali, sem entender absolutamente nada.
Quem se apaixonou por uma mentira, tem que desconstruí-la para desapaixonar. É um sufoco. Exige que você reconheça que foi seduzido por uma fantasia, que você é capaz de se deixar confundir, que o seu desejo é mais forte do que sua astúcia. Significa encarar que alguém por quem você dedicou um sentimento bacana não chegou a existir, que tudo não passou de uma representação. Talvez até não tenha sido por mal, pode ser que esta pessoa nem conheça a si mesma, por isso ela se inventa.
Sorte quando a gente sabe com quem está lidando: mesmo que venha a desamá-lo um dia, tudo o que foi construído se manterá de pé. Afinal, todos, resistimos muito a aceitar que alguém que gostamos não é, e nem nunca foi, ESPECIAL.

Para bom entendedor um pingo é chuva

                                                                         (Martha Medeiros)

DEMOLICIONES

Cuando conocemos a uma persona, construímos uma imágen de ella. La imágen tiene que ver con nuestras expectativas y, más aún, con lo que ella vende de sí misma.
Es por el resultado de todo ello que nos apasionamos. Si esa persona fuera parecida a la imagen que proyectó en nosotros, deshacerse de ella más tarde, no será tan penoso. Quedará la nostalgia, tal vez un pequeño dolor, pero nada que resista por mucho tiempo. Al final sobrevivirán los buenos recuerdos.
Pero si esta persona inventó un personaje, vendrá un proceso más lento: la demolición de aquello que pensaste que era real.
Demoliendo a Ana, demoliendo a Marcos, demoliendo a Carla. Millares de personas viven sus días aparentemente  felices, pero por dentro están destruyendo ilusiones. Todo porque se apasionaron por un fraude, no por alguien auténtico.
Ok! Es natural que, al comienzo, uno venda más nuestras cualidades que nuestros defectos. Nadie va a iniciar una historia diciendo; Mucho gusto, soy arrogante, prejuicioso y cleptómano. Nada de eso, es la hora de mostrar nuestros encantos.
Una vez que el romance avanzó, ahí las defensas son puestas de lado y uno muestra quien es realmente, nuestros defectos e imperfecciones. Eso si somos honestos. Los deshonestos son aquellos que fabrican ideas y actitudes, hasta que un día se cansan del juego, dejan caer la máscara y el otro queda ahí, sin entender absolutamente nada.
Quien se enamoró de una mentira, tiene que destruirla para desenamorarse. Y uno pierde el aire. Exige que uno reconozca que fue seducido por una fantasía, que uno es capaz de dejarse confundir, que tu deseo es más fuerte que la astucia. Significa  descubrir que alguien a  quien le brindaste un sentimiento noble, en realidad,  nunca existió. Tal vez ni siquiera con mala intención, es probable que esa persona ni se conozca a sí misma, y por eso inventa un personaje.
Es bueno cuando uno sabe con quién está lidiando: aunque un día deje de amarlo, todo lo que fue construido se mantendrá en pie.
Al final, todos nos resistimos a pensar que alguien a quien quisimos no es, ni nunca fue, ALGUIEN ESPECIAL.
 Para un buen entendedor, una gota es lluvia.


(Martha Medeiros)

miércoles, 28 de noviembre de 2012

VISTE QUE ERA PARA SIEMPRE?



Es extraño. Para siempre, te dije. Y ahora, a la distancia, me doy cuenta cuanta verdad había en esas palabras.
Ya no te quiero, es cierto. Pero te sigo amando.
Amo a aquel de hace unos años. El que me hizo sentir mujer por primera vez. No hablo de sexo. No. Hablo de mujer amada, deseada, agitadamente tuya. Tu mujer.
Tu mujer para siempre.
Han pasado historias después de vos.
Han pasado pieles, labios, palabras susurradas.
Pero no eras vos. No eran tus manos recorriendo mi cuerpo. No era tu boca ávida de la mía. No eras vos. No era mi felicidad junto a vos.
Y aunque volvieras, ya no es lo mismo. Vos y yo ya no somos los mismos. Yo amaba a aquel. Al que también me amó con la misma desesperación. Al que me celó,  al que me hizo la más feliz del mundo y la más desdichada.
Ya no tenemos lugar en la vida del otro.
Ya no te quiero, es cierto. Pero te sigo amando. Y ya nunca volveré a sentir esa sensación de ser única en el mundo.
Te amo para siempre y es por eso que ya no tengo amor para entregarte.
Mi amor se quedó hace mucho tiempo con alguien tan parecido a vos que las imágenes se me confunden a veces.
Y como ya no tengo nada más para dar, te digo adiós. Porque mi “para siempre”, era eso: para siempre. No sé el tuyo, pero déjame soñar que también lo fue.







jueves, 25 de octubre de 2012

ILUSIÓN

Al fin y al cabo… que era lo que él esperaba?.
Apenas caminar por la calle tomados de la mano. El brillo en los ojos, la respiración agitada, el corazón latiendo casi, casi hasta ser visible para el resto de la gente.
No era tanto después de todo. Simplemente esa desesperación por regresar a casa, encontrarla y oírla decir “te extrañé!”
Y el beso suave, la caricia en su pelo y el brillo de su mirada iluminándolo todo.
Compartir una cena. El abrazo en el cine. Susurrarse al oído. Apenas eso. Tan simple como eso. Tan poco y tanto como eso.
Y sin embargo, cada mañana se vestía, se miraba al espejo y veía su rostro cansado, denotando el paso de los años pero, más triste aún, el vacío cotidiano. La alegría ausente, los sueños incumplidos y la vida escabulléndose día a día…
Como cada mañana, arrancó la hoja del calendario que colgaba de la cocina, se colocó la máscara del payaso propio y ajeno, y salió a la calle, dejando sus sueños enterrados como esa planta que nunca florecía, pese a todos sus esfuerzos y cuidados.

A Marcelo L.

LA OTRA

Soy la que no tiene rostro ni cuerpo. Tu peor pesadilla.
La que te desvela por las noches al sentirme
En tu cama como una sombra perfumada y cálida,
Entre el hombre que amas y tu cuerpo.

Soy la que transforma en amargo el pan que comes,
Y le pone lágrimas y vergüenza al agua que tu sed calma.
Soy la que buscas entre quienes lo contemplan,
Y me adivinas oculta entre aquellas que le sonríen.

Soy la que te despoja de sus besos más profundos
Y retienen contra su piel sus más ardientes caricias.
Soy la que, contra viento y marea, y a pesar de todos,
Ocupa un lugar en su vida y le roba sus mejores momentos.

Soy la que escucha sus palabras de amor,
La última en la que piensa antes de cerrar sus ojos.
Soy la otra. La sin nombre.
La que niegas aunque sabes que está.

Mónica Ovejero

viernes, 31 de agosto de 2012

LA SOMBRA

Ella hibernaba la ilusión de una vida.
La piel marchita, la boca seca.
El corazón fingía latir al compás del fantasma del tiempo.
Triste caricatura de calma felicidad.
Triste, agotadoramente triste...
Va y viene por la casa con el llanto callado,
Internamente quemante, desesperadamente ahogado.
Que nadie sepa...
Que nadie sepa que ella murió, aunque siga en pie.
Días iguales, uno tras otro,
días iguales...
Y el cuerpo se arrastra y lo busca por los cuartos
de una casa que no es suya...
Y cierra sus ojos para verlo
y besa su recuerdo, escondido ahí en un pasado
que alguna vez, fue muy parecido a la felicidad.



NOSOTROS

Nosotros Oh, no ha sido nada fácil el amor para mí. O mejor dicho, como afirma mi amigo Jorge M. "A nosotros, el amor nos cuesta tanto…".
Nosotros.
Qué nudo apretado esa palabra cuando involucra a dos.
Cuánta arena desparramada cuando se refiere a muchos que están aquí y allá…
Podría contarte mi vida de los últimos tiempos: ¿Qué hay en ella? Un ojo de cerradura por el que quiero espiar el futuro.
Miro, pero no veo nada.
Del otro lado está oscuro.
O está vacío, que es casi lo mismo.
Hablo frente al espejo, frente a un rostro conocido y cansado, frente a un rostro desolado, frente a un rostro lavado, frente a un rostro recién maquillado, frente a una mujer que me ha acompañado permanentemente, que a veces reconozco y amo y a veces es una desconocida y me abruma con su pesar.
Cada mañana el día abre sus pétalos azules, me parece que perfuma, que algo maravilloso sucederá.
Cada mañana… y a la noche la flor está marchita.
No has llamado.
No has escrito.
No has venido.
Me pregunto si pensaste en mí.
Si has recordado.
Si has pronunciado mi nombre.
Me pregunto cuáles fueron tus pasos, adónde te llevaron, de qué manera sencilla y poderosa te alejaron de mí.
Qué música escuchaste.
Qué problemas tuviste, cómo los solucionaste, tú que eres experto en solucionarles los problemas a todos.
En qué rincón de tu corazón estoy… tan escondida, tan puesta allí por esa seguridad absoluta que tienes en mi amor.
Dime… ¿qué harías si supieras que otro me ronda, me insiste, que se preocupa por mí?
¿Qué harías si supieras que la soledad se ha vuelto un fruto tan pesado que puede quebrar la rama y caer en otras manos que no sean las tuyas?
¿Te conmoverías?
¿Sentirías celos?
Tontas expectativas las mías. Vanas.
Invenciones de mujer desesperada.
Jamás se cruzarían por tu mente esos pensamientos.
Y si se cruzaran los barrerías como el otoño barre con la brisa las hojas de oro envejecido que pierden los robles.
Hombre introvertido y omnipotente, ¿cómo puedo creer que tengas debilidades humanas?
Nada rompe tu armadura.
Nada llega hasta el fondo de tu fondo, cerrado con mil candados.
Nunca le diste a nadie ninguna de tus llaves, y las has escondido tan bien, que ni tú mismo podrías hallarlas.
He buscado los caminos: directos, trabajosos, peligrosos.
He buscado atajos: saltando precipicios, sorteando obstáculos que parecieran insalvables.
He buscado las sendas que me lleven hasta ese escondite de tu corazón. Las he transitado… Pero nunca llegué.
Cuando no me interceptas con un desierto infinito, me detienes con un dragón de siete cabezas echando fuego por sus siete bocas, furioso.
Me interceptas, me detienes.
¿Qué defiendes, dime?
Yo no voy a atarte, ni a atacarte, ni a hacerte daño.
Simplemente me arrimo para andar a tu lado, para que tomes mi mano cuando la necesites y a veces también, sólo a veces, no siempre, tomes mi mano cuando yo lo necesite.
¿Es demasiado?
Dime:
¡Pero por favor, dime!
¿Es tanto?
Si me hubieras conocido hace años, nada me hubiese alcanzado.
Pero tantas angustias que vivido me han enseñado a aceptar espacios y silencios.
Aprendí la cautela.
Aprendí la resignación.
Aprendí la espera.
No es que me guste, no, ni que lo entienda. Solamente, lo aprendí de memoria, como esas horribles lecciones que se aprenden para pasar el examen obligatorio.
Y tú…
¿Qué aprendiste?
¿Aprendiste esa cómoda posición de esperar que un milagro te brinde las respuestas… que Dios en persona se aparezca ante ti para decirte lo que debes hacer?
¿Alguna vez sufriste por amor?
Pero pregunto si sufriste de sufrir, con la mente y con las tripas, las veinticuatro horas del día de corrido sin parar, sin descanso, sin calmantes, puro infierno nomás… Eso pregunto.
¿Sabes lo que es?
¿Tienes alguna idea?

No, no la tienes.
No puedes imaginarte lo que es.
Se trata de una experiencia intrasmisible, intransferible.
Nosotros.
Qué bella palabra si nos encerrara a ti y a mí.
A ti, tan entero y sin huellas.
A mí, tan quebrada y dolida.
A ti, que el amor te ha sido concedido como una gracia.
A mí, que el amor me ha costado y tanto.
Nosotros.
Si de veras no quieres perderme, como me dices cada vez que te propongo un adiós definitivo, hazme creer que esa palabra al menos nos circundará como un anillo, aunque las separaciones sean más largas que los encuentros y los encuentros tengan la textura áspera de una inminente separación....

domingo, 5 de agosto de 2012

TE EXTRAÑO


Suelo detenerme frente algún espejo
porque en el reflejo siempre estas ahí.
Suelo andar de noche como un vagabundo
naufragando ciego en este mar profundo
de sentirte tanto y no tenerte aquí.

Te extraño y me siento solo si no estás conmigo
aunque vas prendida en todos mis sentidos,
todos los rincones de mis pensamientos.

Te amo, con la vida entera, con el alma mía
segundo a segundo, te amo día a día
en cada latido de mis sentimientos.

Quiero que me entiendas todo lo que digo,
quiero que lo escuches en esta canción.
Todo lo que tengo todo lo que vivo
ya no vale nada, no tiene sentido
sino escucho el brillo de tu dulce voz.

Te extraño y me siento solo si no estás conmigo
aunque vas prendida en todos mis sentidos,
todos los rincones de mis pensamientos.

Te amo, con la vida entera, con el alma mía
segundo a segundo, te amo día a día
en cada latido de mis sentimientos.

Ojala tu abrazo fuera un cielo eterno.
Ojala mi mundo terminara en ti.


 

viernes, 27 de julio de 2012

ESPERO CURARME DE TI…

Espero curarme de ti...
Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se pueden reunir todas las palabras de amor... que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: «qué calor hace», «dame agua», «¿sabes manejar?», «se hizo de noche»... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero»).

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que tu quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.

Jaime Sabines

jueves, 19 de julio de 2012

TENGO LA VOZ CANSADA...

Tengo la voz cansada de repetir tu nombre
y el corazón latiendo sobre el pecho partido.

Tengo dolor de ausencia, tristeza de silencio..
Y un poema de amor todavía no escrito.

Tengo un amanecer guardado para darte
Y una vieja guitarra que esconde los sonidos.

Tengo un suave murmullo que escapa con la tarde
Y una caricia tenue sobre un lecho vacío.

Tengo las manos frías de esperar por tus manos
Y una canción que duele como duele el olvido.

Tengo sed de tu boca, de tu piel, de tu cuerpo;
De caricias al alma que arrancan un gemido.

Tengo un beso guardado que me quema los labios...
Y hay un tren que se aleja y me deja,,, perdido.

Tengo un perfume dulce que me quedó en el alma
Y el adiós es un duende que se asoma al camino.

Tengo la voz cansada de repetir tu nombre...
Y vos no estás aquí para contar contigo...

Ay, amor mío...!!!

                                           PABLO

LA SOLEDAD.

La soledad no es que no haya nadie.
La soledad es ir acompañado por la calle, ver algo que nos llama la atención y saber que uno no puede comentarlo, porque al que viene al lado no le importa, o no escucha, o se encoge de hombros, o mira y ni siquiera se encoge de hombros.
La soledad es oír que pasan por la radio aquella vieja melodía que nos eriza la piel y nos vuelve de dieciocho años los recuerdos... salir corriendo para decirle: "Vení... vení a escuchar..." y que él responda ya voy... y cuando llega al cuarto o a la cocina o al living, allí donde lo espera tu corazón y tu impaciencia, el locutor esté diciendo: "La melodía que acabamos de escuchar era..."
La soledad es que él haya regresado a casa, y en vez de quedarse con vos en la cocina mientras freís las milanesas, se vaya a leer el diario o a mirar el noticiero de T.V.
Y es que se olvide de que antes de irse a trabajar, a la mañana, quedaron en ir al cine por la noche y al llegar por la noche se quite los zapatos, la corbata y el saco y no mencione ni por casualidad la invitación.
La soledad es estar esperando, aunque el que esperemos esté junto a nosotros... junto, al lado... pero no CON NOSOTROS.
Oyéndonos, no escuchándonos. Mirándonos, pero no viéndonos. Estando... no acompañando, ni participando, ni tratando de entender.
La soledad es querer gritar que aquí, dentro del pecho, se revuelve un dolor formado por silencios, llantos disimulados, preguntas sin respuesta.
Es que no podamos decir que nos va mal, pero que tampoco podamos decir que hay una luz de entusiasmo y de ganas en nuestra vida.
ES RESIGNARSE que los demás lo vean a uno como apacible y dulce. Que piensen que esa apariencia es producto de una maravillosa paz interior, de una sabiduría que los años han ido dejando lujosamente en nuestro ser.
La soledad es empezar a decir: "Me da lo mismo", o : "No te preocupes...", cuando quisiéramos gritar:
"DEBE SER HOY Y AHORA", "QUIERO IR... QUIERO HACER... QUIERO VER... QUIERO HABLAR":"Dios mío, quiero hablar."
Hablar y hablar hasta decirlo todo, hasta sacarnos de adentro todas las palabras que el miedo y la tristeza y el desgano han ido amontonando y mutilando y nos pesan como si fueran bloques de granito...
La soledad es saber que la piedad de los demás no existe, que la infelicidad les causa espanto y miedo porque temen que sea contagiosa... es saber que para estar acompañados hay que bañarse, hay que peinarse bien, vestirse cuidadosamente y parecer totalmente despreocupados y dichosos, sin necesidades apremiantes, sin problemas... y sin que nadie, nadie se de cuenta que estás solo.

 Poldy Bird

sábado, 30 de junio de 2012

EL VIENTO, EL TIEMPO

No se trata de hallar un culpable,
las historias no acaban porque alguien escriba la palabra fin.
No siempre hay un asesino: algunas veces toca morir.
Lo que viene  se va,
como suele pasar,
el viento, el viento.

Márchate si ha llegado la hora.
Date prisa que, como ya sabes, es muy impaciente el amor.
No malgastes ni un segundo,
después de darle cuerda al reloj,
que un cumplido de más,
no te vaya a robar el tiempo, el tiempo.

Y no queda nada,
las espinas, las rosas se la llevo el viento, el tiempo.

Ahora sólo la vida te espera,
con los brazos abiertos y el firme deseo de hacerte feliz.
Puedes irte cuando quieras,
no hay muros que te impidan salir,
y no mires atrás,
que te va a despeinar el viento, el viento.

Que difícil decirte hasta luego,
cuando no es  el terror de perderte, este miedo a no verte jamás.
Ya no hay puntos suspensivos:
llegó el rotundo punto final.
Cuando la soledad, sólo espera matar,
el tiempo, el tiempo…
y no queda nada: las espinas,  las rosas se las llevo, el viento, el tiempo.



DECIME VOS


Hasta cuándo??
Es agotador este duro trabajo de extrañarte. Y me he dado cuenta que ya estoy bajando los brazos.
Uno extraña lo que quiere, lo que ama…
Y al principio extraña con la esperanza de ver al otro pronto. 
Y en la angustia de la espera, falta el aire. Uno intenta respirar hondo. . A veces sirve: no siempre.
Pero llega un punto en que la nostalgia por tu ausencia, se convierte en un compañero eterno.
Y es ahí cuando empieza el camino del que  probablemente  no se vuelva.
Uno siente como un frío en el cuerpo. Faltás vos, pero alguien vino a ocupar tu lugar: tu ausencia.
Es como un extraño que te acorrala, te ronda, te huele, se cuela en tu piel y en tus sentidos.
Con el correr de los días se va convirtiendo en alguien conocido. Sabés cuando y como vendrá a tu puerta. Casi, casi terminás esperándolo. 
Y te extraño, como cada mañana, como cada tarde, como cada noche.
Pero llega un punto en que, de tanto extrañarte, ya no te extraño.
Y es así el ciclo de tu ausencia:
Te extraño…
Te extraño mucho…
No dejo de extrañarte…
Me duele extrañarte…
Hoy te he extrañando menos…será que empecé a olvidar?  A olvidarte?
Estoy tan acostumbrada a extrañarte, que ya no me doy cuenta si lo sigo haciendo o no.
Y ahí me doy cuenta que estoy sola, sin vos…sola.
Y si tu ausencia fue por propia voluntad, me empiezo a preguntar: valió la pena? 
Valieron la pena las noches interminables de espera?.
Valió la pena el corazón latiendo por tenerte cerca?
Hoy te vi allá a lo lejos, y en vez de correr hacia tus brazos, hui de vos, de tu presencia, porque ya era tan poco lo que había que decir que,  para qué?
Valió la pena?
Decime vos. Decime!
Yo ya tengo mi respuesta y han de ser por ella estás lágrimas-
                                                                                                                     


lunes, 18 de junio de 2012

CLAVOS EN LA CERCA


Había una vez un niño con muy mal carácter.
Su padre le dió una bolsa de clavos y le dijo que clavara uno en la cerca del jardín cada vez que él perdiera la paciencia y se disputara con alguien.
El primer día clavó 37. Pero con el transcurso de las semanas, aprendió a controlarse y el número de clavos incrustados en la cerca disminuyó día tras día: había descubierto que era más fácil controlarse que plantar clavos en la barrera.
Semanas después fue a ver a su padre y le dijo que durante ese día no había plantado ningún clavo. Su padre le dijo entonces que quitara un clavo de la cerca por cada día que no perdiera la paciencia. Los días pasaron y finalmente el niño pudo decirle a su padre que había removido todos los clavos.
El padre condujo a su hijo a la cerca y le dijo:"Hijo mío, te has comportado bien, pero mira todos los huecos que hay en la cerca. Ella no será jamás como antes. Cuando te peleas con alguien y le dices algo que hiere o maltrata, le causas una herida como ésta."
"Tú puedes clavar un cuchillo en un hombre y después retirarlo, pero quedará siempre una herida. Sin importar cuantas veces te disculpes, la cicatriz permanecerá."Una herida verbal hace tanto daño como una herida física.
Los amigos son joyas escasas, te hacen sonreír y te animan. Están listos para escucharte cuando lo necesitas, te sostienen y te abren el corazón. Por eso hay que cuidarlos. Cuando una relación se resiente, aunque por fuera parezca la misma, ya nunca será igual. Será muy parecida a lo que fue, apenas eso.

viernes, 25 de mayo de 2012

QUE LÁSTIMA

De un tiempo acá, no todo va muy bien
Y empiezan a faltarnos las palabras.
Nos falta que nos demos más amor
caricias, compasión,  miradas largas.

De un tiempo acá, no todo va muy bien
No creas que quiero hacer triste esta charla
Sólo quiero evitar ser yo
después quien tenga que decir, que lástima

Qué lástima
Se nos murió el amor sólo queda el dolor del alma
Qué lástima
Ya nada puedo hacer hoy tengo que entender
Que pude haber hecho más
Y hoy no nos queda más, que lástima

No todo va como quieres,  lo sé
Perdóname que insista con lo mismo.
Pero es que entre tú y yo hay un abismo
Creo que tu amor y el mío no se llevan bien

De un tiempo acá no todo va muy bien
No creas que quiero hacer triste esta charla
Sólo quiero evitar ser yo después
quien tenga que decir, que lástima

Que lástima
Se nos murió el amor, sólo queda el dolor del alma
Que lástima
Ya nada puedo hacer hoy tengo que entender
Que pude haber hecho más,
y hoy no nos queda más que lástima.