Como
las cuerdas de una guitarra,
Mi
cuerpo se estremece ante el roce de tus manos
Y
sacan de mis las más hermosas melodías.
Arrullo
del viento en nuestros oídos,
Trayendo
recuerdos de gemidos compartidos…
Mis
colinas se estremecen ante tu paso arrollador,
Como
un jinete queriendo desbastar mi territorio,
Territorio
que ya es tuyo desde el comienzo de los tiempos,
Antes
que surgieran los mares y las montañas, antes del fuego, antes del viento,antes
aún de tu vida y la mía, antes de todo yo ya era tuya.
Déjame
ser la lluvia que limpia tus heridas..
Déjame
ser la flor que se nutre de tu savia,
Quiero
ser el oasis en el que te refugies a saciar tu sed,
Después de recorrer
las arenas yermas de otras pieles,
Descansa
aquí, en mis laderas,
y embriágate con el aroma de placeres nuevos…
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