Tengo esa tentación de llamarte... para ver que encuentro esta vez si no es fuego incendiando todo...
Quiero llamarte, no porque te extrañe sino porque extraño extrañarte...
Vueltas, mi cabeza da vueltas... miles de vueltas... en un segundo indefinido por espacio abierto al instante que arrecia el viento al rostro de las gotas de agua...
Que tontería son las palabras... que inútiles se vuelven para expresar los sentimientos y no las emociones... De la noche tomaste seguro el color, y de la luz del día tomaste el ser necesaria... y de la tristeza tomaste tu nombre... Oh melancolía y nostalgia y recuerdo... Tristeza de tristes mil maneras...
Que feliz soy ahora escribiéndote versos dama de negro... de azul... de noche estrellada, agujereada por luz y líneas de marfil...
Que feliz soy queriéndote, amándote, echándote tanto tanto de menos... Quise llamarte porque quiero saber si piensas en mi cuando te ríes... si me odias cuando lloras... si me asesinas en las noches en que estas con otro, o si me guardas mi espacio en tu cama vacía... si estuviste, estas o estarás cerca del amor...
Que ilusorio principio mal iniciado somos y fuimos... que cabo tan infinitamente suelto seremos...
Quise llamarte... gritar tu nombre y gritar el mío... desgarrar el escote de tu vestido color día gris y anaranjado con mis ojos ciegos... color atardecer nublado...
Tocar tu cabello con mis manos sin dedos... pisar tu alma con los pies inmóviles del alma mía, robada a esa Diosa que tanto quise llamada vida...
Quise llamarte aquí, ya, de noche y solo... tan solo para recordar, para hablar y no decir nada... quise llamarte para preguntarte si aun me amas... para preguntarme si aun te amo...
Quise llamarte pero no lo hice... porque eso fue tan solo una mala racha... y yo no fui yo... sino que fue mi tontería jugando...
Quiero llamarte pero no lo hago porque perdí tu número telefónico y la dirección de tu domicilio, ese que no existe y del que nunca me llamaste...
Querré llamarte, pero no lo haré... por qué?... y porque si?... porque no....
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