Powered By Blogger

lunes, 5 de octubre de 2020

RETAZOS

Estoy aquí, viendo caer la lluvia.

En mí falda los retazos que esperan la estocada de la aguja que blande mí mano.

El hilo, casi invisible, trata de unirlos sin que, apenas, se perciba.

Recordaba entonces, cuando aún me amabas, tu respiración agitada al venir a mí encuentro.

Ahora sólo hay silencio y desencuentros.

Aprieto las puntadas una y otra vez. Cómo cuando nuestros cuerpos se acercaban para ser uno, indivisibles, casi fundidos.

Yo cierro los ojos y pienso en las veces que, aún a sabiendas de que mentías, fingía creer que aún eras mío. Cómo antes, al inicio de los tiempos.

Mis dedos sangran mientras uno los retazos: me lastimé y no lo había notado siquiera. Será tal vez porque era más grande el dolor que me causaran tus excusas y tu lejanía? Es mi corazón el que sangra. Ese, ese para el que no hay cura alguna, a esta hora de la vida.

Y miro la manta de retazos terminada, notando que, como lo nuestro, nunca volverán a ser lo que antes fueran

 

 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario